
Nicolás de Federmán y San Jorge Sur, los primeros. En 4 años metro cuadrado no ha parado de crecer.
Contrario a lo que se pensaría, los barrios más costosos de la ciudad no son precisamente los que han tenido mayor crecimiento en el precio de su metro cuadrado en los últimos cuatro años.
Según un listado de la Lonja de Propiedad Raíz de Bogotá, los cinco sectores que más han aumentado el valor del suelo son dos residenciales de estrato medio en el centro-occidente de la ciudad, y tres que están en el sur.
El primer lugar lo ocupa Nicolás de Federmán, en la localidad de Teusaquillo, que lejos de tener el metro cuadrado más costoso de Bogotá (este es el de la zona T con un valor de 13’475.800 pesos), se ha venido valorizando en los últimos cinco años a pasos agigantados.
Este barrio, comprendido entre las calles 53 y 63, desde la avenida Ciudad de Quito hasta la carrera 50, ha aumentado el valor de su suelo en un promedio de 33,69 por ciento, una cifra que para la Lonja de Bogotá representa un crecimiento considerable en comparación con el promedio de ciudad que se ubica en un 18 por ciento.
De tener un valor de 954.440 pesos en el 2010, pasó a 2’280.520 pesos en el 2013. Estas cifras fueron actualizadas por la Lonja a precios de 2015.
Según Catastro, el crecimiento para el 2014 de las áreas residenciales de este sector fue del 24 por ciento, una cifra que se ha mantenido en los últimos años y que se explica por la presión para que las casas tradicionales se conviertan en edificios. Esta zona es anhelada por constructores y ciudadanos, debido a sus facilidades de acceso a transporte y espacios verdes.
En el listado, detrás de este sector residencial de clase media, le siguen tres barrios de tradición popular que hace un par de décadas comenzaron con viviendas subnormales y hoy reciben proyectos de vivienda nueva y oficinas que jalonan los precios.
El segundo lugar lo ocupa el barrio San Jorge Sur, en la localidad de
Rafael Uribe Uribe, que comprende desde la diagonal 45 sur y la 49A entre las transversales 18 bis y la 16C. Este sector, que agrupa las UPZ de Marruecos y Diana Turbay, tuvo un crecimiento del 30,21 por ciento.
El director de Catastro, Gustavo Marulanda, aseguró que el comercio que llegó a los corredores de esa zona ha hecho que el valor del suelo crezca.
Con un aumento similar al de San Jorge, el tercer lugar lo ocupa la zona de El Corzo-Osorio (29,15 por ciento), en el suroccidente en la localidad de Bosa.
Esta zona, además de recibir comercio, es una de las de mayor densidad de la ciudad, porque allí, con el incremento de los ingresos familiares se han disparado el crecimiento “espontáneo”, es decir, que los propietarios levantan más pisos sobre sus viviendas.
De acuerdo con el análisis de la Lonja, en este sector como en los otros dos de carácter popular, se ha visto que las familias que antes vivían en arriendo comienzan a adquirir sus propiedades.
El cuarto lugar lo ocupa el polígono que comprende a los barrios de San Vicente y Santa Lucía, en la localidad de Tunjuelito, con un porcentaje de aumento del 28,93 por ciento.
Esta zona del suroccidente agrupa sectores como San Vicente, Fátima, Santa Lucía, El Carmen, Inglés y Claret que se localizan entre la avenida Boyacá y la Caracas en inmediaciones de la calle 36 sur y la 56 sur.
Para Marulanda, de Catastro, esta zona ha tenido un especial eje de desarrollo gracias a la ubicación de parqueaderos, lo que ha atraído al sector comercial.
Por último, La Esmeralda, de la localidad de Teusaquillo (entre la calle 44 y la 53 y la carrera 50 y la avenida 60), tuvo un crecimiento similar al de Federmán, su vecino, con un 27,91 por ciento.
“Más que cambios en la vivienda, ahora el suelo se convirtió en un atractivo para los constructores, que lo pagan al doble de lo que venderían sus habitantes a otra familia”, asegura Javier Mejía, de la coordinación de investigaciones de la Lonja.
Para Jorge Rubio, habitante y líder de este sector, a La Esmeralda la han querido densificar con torres de edificios, pero los vecinos tradicionales aspiran a seguir disfrutando de los cambios que vendrán con las obras como la renovación del Centro Ampliado Nacional, que disparará los precios de la zona.
De acuerdo con el análisis de la Lonja, en los cinco sectores de mayor crecimiento la tendencia se ha generalizado tanto para viviendas nuevas como de segunda, debido a que la insuficiencia de proyectos nuevos ha volcado las ventas a las casas usadas.
El centro, sector estancado
De acuerdo con las estadísticas de la Lonja de Bogotá, al contrario de Federmán y los otros sectores del sur que han aumentado sus valores del metro cuadrado, los predios del suelo en el corredor de la carrera Séptima, entre las calles 14 y 25, se han estancado en su crecimiento, donde se ha reportado un decrecimiento de -1,5 por ciento. El precio entre la calle 14 y 19 está en 2’280.520 pesos y el tramo entre la 19 y la 25, en 3’050.731 pesos. Pero estos no han variado mucho en los últimos años, según la Lonja, por las obras de peatonalización.
Otro sector que no aumentó su valor es la zona de Sierra Morena, en Ciudad Bolívar, donde el riesgo de desastres naturales y la informalidad de los barrios ha afectado la valorización de su suelo.
Por su parte, para Catastro Distrital cerca de 1.200 predios en la ciudad decrecieron en su valor para este año. Las localidades como Fontibón, en zonas cercanas al aeropuerto El Dorado, han dejado de ser atractivas por las inundaciones que afectaron a los barrios. Constructores no buscan edificar allí y habitantes quieren vender e irse.
BOGOTÁ
laubet@eltiempo.com