
Al comprar el complejo hospitalario San Juan de Dios por 150.280 millones de pesos, con sus 24 edificios, incluido también el Instituto Materno Infantil (IMI), el Distrito avanzó en una ambiciosa apuesta: reabrir el hospital para volverlo de cuarto nivel –de alta especialidad en la atención– y rescatar unos terrenos que servirán para la renovación urbana del centro de Bogotá.
Desde que nació como promesa de campaña del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, este proyecto ha tenido defensores y opositores. Más ahora, cuando en el Concejo se discute el presupuesto de la ciudad, por 17,3 billones de pesos para el 2015, con inversiones y prioridades que definirán el futuro, sobre todo, en movilidad e infraestructura.
Lo cierto es que, para reabrir el San Juan de Dios en su totalidad, tras un cierre y abandono de 13 años, con 500 camas, 14 salas de cirugía –como había antes–, servicios con altas especialidades (trasplantes, por ejemplo), equipos de última tecnología, dotación moderna y con un centro de investigación científica como sueña Petro, se requerirían más de un billón de pesos, calculan expertos del sector salud. Es decir, casi lo que cuesta la troncal de TransMilenio por la Boyacá, que vale 1,2 billones.
A lo anterior se suman los 250.000 millones de pesos que demandaría la restauración arquitectónica del conjunto de bienes declarados hace 12 años monumentos nacionales, estimó la directora del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC), María Eugenia Martínez.
Sin embargo, el monto puede subir hasta un 20 por ciento más (a 300.000 millones) por contingencias previstas en las restauraciones.
Martínez aceptó que, para reabrir todo el complejo hospitalario, se necesitarían de 10 a 12 años y las voluntades políticas de por lo menos dos administraciones seguidas. Pero se necesitaba la decisión y eso se hizo, apuntó.
Eso es lo que cuestionan concejales como Antonio Sanguino, del Partido Verde. “No es una decisión responsable hacer gastos multimillonarios en unos edificios en ruinas, cuando con los 150.000 millones se habría podido terminar la construcción de los hospitales Tintal y Meissen y las segundas torres para el Simón Bolívar y Kennedy”.
Además del alto costo, la reapertura plena en menos de un año se imposibilita por el diagnóstico dramático de las instalaciones.
Un estudio que el IDPC contrató con la Universidad Nacional para hacer el plan especial de manejo y protección del San Juan de Dios y el Materno encontró que el 64 por ciento de las estructuras se hallan en regular estado.
De los 24 edificios, cuatro requieren urgente intervención y otros seis tienen puntos críticos. Uno de ellos (Siberia) está cayéndose. La torre central, corazón del San Juan, presenta daños en su estructura y su piso noveno está tomado por 11 ocupantes. Precisamente, en estos bienes viven aún 43 personas, que se niegan a salir del lugar. Este es otro problema que deberá resolver el Distrito para la reapertura.
Estos ocupantes quizás no saben que los investigadores de la Nacional advirtieron que en las instalaciones también hay riesgos para la salud, porque detectaron presencia de “sustancias corrosivas, tóxicas y radiactivas”.
Dados los daños estructurales y las dificultades financieras, el Distrito se propone reabrir el conjunto hospitalario por etapas.
Reapertura por fases
La primera fase, que ocurriría el primer año, sería para restaurar el Materno Infantil, a un costo de 28.000 millones de pesos. El plan de restauración está listo para presentárselo al Ministerio de Cultura para su aprobación.
Está en discusión si la Administración trabaja, paralelamente, en la recuperación de la torre central del San Juan, como aspira la Secretaría de Salud.
Todo depende también de los presupuestos, porque los 150.280 millones de la compra de las 24 edificaciones y terrenos los aportará la Empresa de Renovación Urbana (ERU), y los 28.000 millones para el IMI, el Fondo Financiero de Salud. La plata faltante para restaurar las cuatro edificaciones más deterioradas no tiene aún fuente clara.
En cuanto al plan de revitalización, se contempla que los terrenos del hospital, donde hay jardines y extenso arbolado, se conviertan en un pulmón verde para el sur de la ciudad, que se complementaría con una alameda y una ciclorruta, que iría por la calle 1.ª, entre la carrera 2.ª y la avenida Caracas. Para los alrededores, se considera que la nueva vivienda sería máximo de cuatro pisos y se mejoraría la existente y sus habitantes podrían disfrutar de los jardines del San Juan de Dios. Con tal fin el Distrito también compró el Hospital.
‘No hay problemas jurídicos’: Alcaldía
El Distrito recibirá los inmuebles comprados libres de gravámenes y de problemas jurídicos y laborales, dijo la secretaria general de la Alcaldía, Martha Lucía Zamora.
¿Reabrirán un hospital con líos jurídicos y laborales?
No. Por la Resolución 197 del 27 de noviembre del 2014, que le adjudicó los inmuebles al Distrito, y el compromiso que el liquidador de la Fundación San Juan de Dios y la Beneficencia de Cundinamarca adquirieron, se recibirán inmuebles libres de gravámenes y problemas jurídicos. Los dineros que se giren por esta compra se destinarán a cubrir deudas laborales y prestacionales pendientes.
LUCEVÍN GÓMEZ E.
Redactora de EL TIEMPO
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